Un billete nunca es solo un billete

Un billete, ¿que es un billete? al que tanta importancia dan. Es un papel, solo un rectangulo de papel. Puede estar arrugado, viejo, sucio, esos que se van pasando de mano en mano, de la casa a la verduleria, a otra casa y la farmacia y despues a la mano del vendedor de boletos, esos billetes cansados de tanto viajar. Puede ser uno nuevo, brillante, de esos que casi parecen falsos, recien sacados del banco, caen en las manos de un multimillonario inversor, o de un trabajador que tiene que comprar comida para su familia. Existen billetes escritos, con frases, de amor, de odio, de rabia, politicas, expresa algo ese billete, habla, dice. Pero, ¿cunto vale? 2, 5, 10, 20, 50, 100 pesos. Un billete es un valor, es plata, dinero, es lo que se necesita para vivir, es solo un papel. Pero un papel por el que se pelean muchos, por el que se hacen guerras, por el que se muere gente. Un billete dice de la persona que lo sostiene. Revisando una vieja billetera, un monedero top o un bolsillo gastado deducis como es esa persona, que plata tiene, como vive. ¿Cuantos billetes hay en esos contenedores? Esos insignificantes pedazos de papel hablan, dicen. Un billete nunca es un billete, ¿es un SIMPLE pedazo de papel? No. Un billete es todo, es como vive una familia, un barrio, una ciudad, una provincia un pais. El mundo, es la economia. Son los intereses del planeta. Es el mercado internacional, lo que se vende se compra. Un billete es todo y a la vez nada, porque sigue siendo un pedazo de papel. Un billete es el kilo de pan que compra la ama de casa para llevarles el pan a los hijos que esperan impacientes ese rico desayuno. Varios billetes de 100 son las zapatillas nike ultimo modelo que se compra el joven seguidor de las modas. Un simple billete de 2 pesos hacen que puedas viajar de microcentro a la ultima estacion de tren en provincia. Un billete es todo eso y es mas, y tambien es menos, mucho menos. Un billete tiene marcas, tiene huellas, quizas las huellas digitales de un ladron, que recien sale de una tienda donde robo muchos de estos billetes de disntintos valores, distintas vidas.
Son huellas de un enamorado que con ese billete compra un chocolate a su novia que lo espera paciente. Las marcas digitales de un enfermo, quien espera su pronta muerte comprando golosinas en el kiosco y despidiendose de ese billete, que vivio tanto en sus manos, o nada. Todo sucede sin que nadie se de cuenta de lo que tiene, de lo que posee, de lo que es dueño y que se le ira en segundos o en meses y se encuentra tan solo ahi: en el bolsillo del traje viejo, gastado del abuelo, en ese monedero que espera a ser abierto, en la billetera nueva y brillante de un empresario, en la cartera, suelto, tirado, perdido en algun rincon. 
Billetes que viven, hablan, van, vienen, estan, desaparecen. TODO, es solo un trozo de papel, por eso, un billete nunca fue, es, ni sera SOLO un billete.